Pronto cumpliremos con el ritual de las doce uvas, y muchos tendrán presente en ese momento su proyecto empresarial. Desde que la idea acaparó su pensamiento llenándolo de ilusión hasta que el negocio eche a andar son muchas las preguntas, pero no siempre van acompañadas de respuestas.
Confiar en la improvisación no siempre es lo más recomendable, no asumir la realidad es aún más peligroso. Para este último post de 2015 os propongo una checklist con temas básicos a los que un emprendedor debe dar respuesta. Muchos son obvios, otros no tanto, pero unos y otros te servirán para saber dónde te mueves, medir tus posibilidades y anticipar escenarios.
1. ¿Estás enamorado de tu idea?
Si la respuesta es sí, genial, te ayudará a luchar por ella y serás más convincente. Pero no olvides que detrás de una idea debe haber un producto.
2. ¿Tu socio o socios complementan tus competencias o son buenos amigos en los que confías?
La sintonía personal es fundamental, pero de poco servirá si no redondea el cuadro de habilidades de gestión básico para el éxito del negocio.
3. ¿Tu producto o servicio resuelve alguna demanda concreta?
La innovación solo tendrá valor en la medida en que el mercado o el consumidor la valore y esté dispuesto a pagar por ella un precio que garantice un margen de beneficio apropiado. Si decides solucionar un problema concreto, debes comprobar que es uno que “duele” al mercado.
4. ¿Apuestas por un negocio de nicho de mercado?
Sin duda, una buena opción, pero debes asegurar que el volumen de potenciales clientes garantiza la supervivencia: mide y analiza si el mercado geográfico al que te diriges ofrece la demanda necesaria.
5. ¿Cuentas con un colchón financiero suficiente para el arranque del negocio?
Los expertos afirman que muchos proyectos viables mueren por no contar con los recursos necesarios pasa asumir los costes fijos durante un mínimo de 18 meses,hasta que la facturación comienza a crecer de forma sostenida. Si no cuentas con estos fondos, revisa las inversiones iniciales, establece fases de implantación y busca financiación adicional no bancaria.
6. ¿Vas a convocar rondas de financiación?
Son procesos ineludibles para muchas de las startups. Si es tu caso, debes tener claro que alguien deberá dedicar gran parte de su tiempo a presentar y defender el proyecto ante inversores. El problema surge cuando es el líder del proyecto el que asume esta misión, sin tener tiempo material para dirigir y vender el producto. Se impone un reparto de papeles.
7. Tienes clara tu política de precios?
Es vital que asegure una rentabilidad suficiente para dar viabilidad al negocio, analiza la competencia y los productos sustitutorios, y si piensas que no los hay, vuelve a investigar: el mercado siempre cubre esa necesidad con otros proveedores. Si la tuya es una propuesta de servicios profesionales, incluye en las tarifas las horas necesarias para captar nuevos clientes y las de reciclaje formativo.
8. ¿Asumes que estás en economía de guerra?
La mayoría de los negocios nacen con recursos muy limitados, por lo que no te costará ponerte en situación. Sin embargo, es importante tenerlo claro para no caer en gastos superfluos o costes fijos que hipotequen tu margen de maniobra.
9. ¿Cuál es tu política de cobros?
Si no ha sido uno de los temas prioritarios de la fase de diseño de negocio, ponte a trabajar ya en el tema. Establece procedimientos efectivos, canales de reclamación enérgicos y ten siempre muy presente el flujo de cobros.
10. ¿Vas a recibir alguna subvención?
Perfecto, será un alivio, pero no cuentes con esa cantidad para cubrir necesidades perentorias.
11. ¿Has dedicado el tiempo suficiente a seleccionar y negociar con los proveedores?
La evolución inicial de tu negocio va a estar muy ligada a la calidad de su trabajo,tiempos de entrega y plazos de pago. Debes tener siempre lista una alternativa para poder sustituirlos de forma rápida.
12. ¿Qué canales de comercialización vas a utilizar?
¿Uno o varios?, ¿son los más comunes entre tu competencia más directa?, ¿vas a hacer venta online? Hoy el mercado es multicanal y tu producto debería estar dispuesto a darle respuesta en el momento y lugar donde surja la necesidad. El canal de venta puede ser un importante motor de innovación.
13. ¿Cuentas con las herramientas adecuadas?
Con la irrupción de Internet y las nuevas tecnologías, la gestión empresarial ha dado un salto no visto en décadas. La pregunta es si tu proyecto se aprovecha de esa tecnología para analizar datos o automatizar procesos, en definitiva: para ser más eficiente, dar calidad y reducir costes.
14. ¿Toma de decisión colegiada o personalista?
La gestión de un negocio pasa por la toma de pequeñas y grandes decisiones diarias.Es importante que los socios conozcan en qué áreas pueden actuar de forma personal y en qué otras de común acuerdo. Y aún más, que esos procesos sean lo suficientemente ágiles como para dar respuesta al mercado en los tiempos necesarios.
15. ¿A qué estás dispuesto a renunciar?
Es la pregunta del millón, podría haberse redactado de forma más sencilla: ¿estás preparado? Lo importante es que conviene tener presente que el emprendimiento es sinónimo de renuncia. No te importará si realmente tu negocio es una prioridad, pero debes ser consciente de que en muchos momentos se antepondrá a la familia, amigos o simplemente a ti.
La lista puede ser mucho más amplia, y quizá pienses que se ha quedado en el tintero esa pregunta que consideras esencial. Por ello, estaría bien que nos ayudaras a completar este listado que puede convertirnos en mejores empresarios.
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