¿Estamos enfocando de la manera correcta nuestras acciones a la hora de lanzar nuestras campañas? ¿Conocemos quiénes son nuestros verdaderos clientes? Determinar a nuestro buyer persona (puede ser uno o más) es lo primero que debemos hacer para empezar nuestra estrategia digital.
Eso queremos, queremos dar en la diana, un tiro al blanco, que se dice.
QUIÉNES SON LAS BUYER PERSONAS
Según 40 de Fiebre:
Una buyer persona es una representación semi-ficticia de nuestro consumidor final (o potencial) construida a partir de su información demográfica, comportamiento, necesidades y motivaciones.
¿Y eso no es lo mismo que definir un target? Ahí esta la cuestión. No, no es lo mismo. Tenemos que saber qué le mueve, cuál es su motivación, sus puntos de dolor (que no, que no duelen, jaja). No queremos saber sólo sus cuestiones demográficas, queremos más. Cuanto más conozcamos de nuestro cliente objetivo, más fácil será dirigir nuestras acciones correctamente hacia él.
CÓMO CREO MIS BUYER PERSONAS
Información, información y más información, eso es lo que queremos; para ello, tendremos que investigar: encuestas, entrevistas, estudios de mercado… cualquier herramienta nos valdrá.
¿Que para qué tanto? Porque queremos darle aquello que consume y todo lo que necesiten de nosotros, aquello que esté dispuesto a comprar.
Así que, toma nota, que, para empezar, vamos a necesitar:
- Factores demográficos: edad, sexo, lugar de residencia, ingresos, educación, estado civil…
- Puntos de dolor: averiguar qué le mueve, qué le motiva… Eso no es todo, ya que también tendremos que saber cuáles son sus miedos.
- Influencers: ¿quiénes son sus referentes? Puede ser desde su familia, pasando por un deportista, un escritor…
- Cuáles son sus hábitos en Internet: RRSS que utiliza, si es o no participativo, horas de actividad, lenguaje que utiliza…
¿Lo tienes ya? Pues vamos a ponerle nombre y cara, a recopilar la información en una ficha, y a dirigirnos a él.
¡Ojito! Que estos perfiles están en constante evolución, así que hay que actualizarlos continuamente para que nuestras acciones, tiempo y dinero invertido no caigan en saco roto.
Quedará algo como lo que proponen las chicas de Oink My God con esta infografía:
Sí, sí, que si no sabemos quién es, estaremos totalmente perdidos, y eso es lo que nos enseña Vilma Núñez en su post. Así que cuidadito, ¡si grandes empresas se llegan a hacer un lío… qué fallos podremos estar cometiendo nosotros!